domingo, septiembre 17, 2006

The Spectator / El Espectador

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The Spectator fue una publicación característica del siglo dieciocho inglés y encarnó plenamente el ideal de consenso racional y civilizado que alentaba la ideología del Enlightenment (palabra inglesa que corresponde a Ilustración o Iluminismo). Esta sociedad del texto, como la llama un crítico, a diferencia de la que se daba cita en la calle, con sus diferencias irreductibles, apostaba por la construcción de un mundo reconciliado, en el cual los sujetos habían de ser equilibrados avatares de una entidad superior, llámese a ésta razón, virtud o sensatez.
Estas son algunas ilustraciones realizadas para la traducción diaria de The Spectator, publicada en
www.elmismodiario.blogspot.com


Índice de ilustraciones




What's so funny? (Spectator 196)




Tipitos (Spectator 238)




Oh la la! (Spectator 277)




Autoridades (Spectator 238)




Poeta ex machina (Spectator 220)




Domingo (Spectator 112)




Gay natured women (Spectator 128)




Emancipatio (Spectator 66)




Pesadilla (Spectator 168)





Efectos especiales (Spectator 42)





Beatus ille (Spectator 151)




Murmuradores (Spectator, Nº 148)





Pobre Yorik (Spectator 26)




Mens sana (Spectator 115)




Nihil humanum a me alienum puto (Spectator 220)

6 Comments:

Blogger «pablo» said...

Impresionantes estas ilustraciones!!
Mucha calidad! Te felicito, ¿qué técnica usás?
saludos!!

1:15 a. m.  
Blogger titillatio said...

Bueno, ante todo gracias por tu comentario! Mi técnica es muy simple: dibujo con lápiz (portaminas casi siempre) y en varios de los dibujos también hago collage, utilizando diversos papeles en la gama del amarillo ocre al gris. De esta forma puedo jugar con los planos y los contrastes. En algunos casos retoco el color con Photoshop. La principal razón por la que uso esta técnica es que es la más a mano (todo empezó dibujando al margen de las hojas del colegio) y por ahora me siento muy cómoda con ella. Mi formación es autodidacta y recién este año me puse a dibujar con más regularidad. Espero seguir aprendiendo!

2:36 p. m.  
Blogger ebrocken said...

Un comment no es lugar para un ensayo, Guadalupe, pero ruego me permita apuntar dos o tres cosas. Sus ilustraciones, "impresionantes", como dice "pablo", lo son no sólo en un sentido aislado sino también, y acaso más fundamentalmente, por su carácter serial. La comodidad técnica, al parecer, le ha permitido jugar con las formas, trazando sobre la serie textual del Spectator una segunda serie, que dialoga con la primera, la comenta, pero que, a su vez, por el mismo carácter serial, se independiza de su origen. Es posible ver en la serie de la ilustración un esbozo de mundo. Su regla principal, opino, es el juego con ciertas formas que se repiten e intercambian creando un lenguaje. La peluca, sin duda, constituye una de tales formas: si se siguen los enlaces de sus variantes morfológicas, se ve que la imagen-peluca acaba desbordada y convertida en una masa llena de valores diferentes. Una forma más abstracta, pero que igualmente recurre, y que veo como una especie de clave, es la forma de la relación: los personajes aparecen siempre en grupo, en relación, salvo una vez, esa que ilustra, no casualmente, el día del ocio. La forma más pronunciada, violenta y acaso estimulante de la relación, es la de la niña a quien acondicionan para que desempeñe su rol femenino. Esas manos enciclopedistas no son sólo manos del saber: son manos que disciplinan apasionadamente ese cuerpo. Tiran de él, lo ahogan, lo preparan, como en un ritual sadiano sublimado. La carga sexual de ese dibujo -aunque me delato al decirlo- es evidente. Y visto en serie con "pesadilla", no puedo dejar de relacionarlos entre sí, en espejo oscuro.

5:29 p. m.  
Blogger grabiel said...

A propósito de una de sus magníficas ilustraciones ("mens sana"), podemos decir que "si el Arte no fuera absolutamente necesario para su Bienestar, la Naturaleza no habría hecho su Mano tan apta para él".

Jerónimo ha dicho ya bastantes verdades al respecto. Me gustaría comentar --y esta es una impresión meramente personal-- que las imágenes, antes que hablar, susurran; los personajes parecen ser silenciosos o simplemente burlones, indiferentes ante la mirada (ni qué decir de "Domingo", en el que podemos prácticamente anticipar la luz anaranjada del atardecer sin esperar ruido alguno). Digo que los habitantes ni siquiera se dignan a actuar, que son completamente autónomos en sus fijaciones, plasmadas con una concreción que desconcierta y una volatilidad tangible.

Un saludo, Gabriel.

8:12 p. m.  
Blogger titillatio said...

Chabelo:
Como si me conociera, dio en el clavo con su primera observación. Agradezco infinitamente su lectura de "Mens sana".

10:53 p. m.  
Blogger titillatio said...

Estimado ebrocken:
sus interpretaciones, como la de Chabelo, me honran. Sí, sí, sí y a todo (modestamente) sí.

10:57 p. m.  

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